Coje tus manos
¿porqué no tener una segunda primavera? me dices
miras después tus líneas de las manos en forma de M
determinada disposición de los elementos
las calles, la gente
tu
en las esquinas
las recorres buscando en los rostros un poema
es casi otoño (lo intenta, aún hace calor)
y tu te paras en medio de la calle y me dices
con la chaqueta puesta
¿porqué no tener una segunda primavera?
Me cojes las manos y con ellas recorres tu cuerpo
me buscas en las manos ajenas
pero
al pisar el charco has mirado por un segundo
tu piel
y todo te ha parecido como el negativo de algo ya vivido,
como el reverso del día,
como un paseo por el pasado,
pero no te has visto
con veinte-y-un años;
has girado la cara hacia mí y me has dicho:
no noto si hace frío o calor.
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