A glops
Blog de Marta Parés
jueves, 25 de agosto de 2011
jueves, 26 de mayo de 2011
Ai
Nada empieza a ser una palabra cargada de sentido.
Tai-txi, ioga, feng-shui:
OM
Qué vanidades.
Más destrucción por favor. ¡Levántense de sus poltronas! ¡Ya!
Me levanto de la cama y todo carece de olor y color. Una línea recta que termina en otra línea recta. Una puerta. Una pared con dibujos. Al menos esto. Me apoyo en ella. Todo parece estar en su sitio ahora.
El vacío y lo lleno se retroalimentan. No hay dentro. No hay afuera.
Nada empieza a irse de mi mente.
A ver qué nos depara el mañana. Qué vanidades.
Pero fue un rollo metafórico. No se levanten.
Tai-txi, ioga, feng-shui:
OM
Qué vanidades.
Más destrucción por favor. ¡Levántense de sus poltronas! ¡Ya!
Me levanto de la cama y todo carece de olor y color. Una línea recta que termina en otra línea recta. Una puerta. Una pared con dibujos. Al menos esto. Me apoyo en ella. Todo parece estar en su sitio ahora.
El vacío y lo lleno se retroalimentan. No hay dentro. No hay afuera.
Nada empieza a irse de mi mente.
A ver qué nos depara el mañana. Qué vanidades.
Pero fue un rollo metafórico. No se levanten.
miércoles, 16 de febrero de 2011
FALCONER. LOS GATOS ESTÁN EN TODAS PARTES
La absurda dignidad de los gatos
se alinea con los rulos de la Sra. Antonia
Aquéllos, se alimentan de gratis hurgando en contenedores
como mendigos sin alma
Gato se relame las patitas como haciéndose la manicura
En Falconer, la prisión de Cheever
reina el PASADO
Farragut recuerda los tiempos felices con su mujer
La habitación con la tele encendida se llena de nostalgia
en la mente de Farragut, rabioso contra los cristales,
todo resta muerto
reina la MUERTE
Felices los gatos que sólo sobreviven.
Acicalarse y Alimentarse.
O dejar
de ser
(gato).
domingo, 13 de febrero de 2011
The imaginary guitar
No importa la lluvia.
Lluvia, llanto, llamas, luciérnaga, lóbrego, lírico, lamentable, lúcidamente loco.
Fernando se abraza la cabeza para no pasar más frío
sus pómulos sinceros
ignorando corcheras vibran sus manos y brazos
un huevo rasposo y bailarín se mueve izquierda derecha abajo arriba izquierda
al son de la guitarra,
the imaginary guitarr.
En este río de cemento vertical y horizontales figuras
la guitarra sólo existe para los ojos.
En la mente, "Watermelon in Easter Bay" de Frank Zappa da las pulsaciones
clasifica los archivos desordenados una y otra vez
como un mecánico pero sonriente bibliotecario.
https://youtu.be/XiyW0cwvWc0
Lluvia, llanto, llamas, luciérnaga, lóbrego, lírico, lamentable, lúcidamente loco.
Fernando se abraza la cabeza para no pasar más frío
sus pómulos sinceros
ignorando corcheras vibran sus manos y brazos
un huevo rasposo y bailarín se mueve izquierda derecha abajo arriba izquierda
al son de la guitarra,
the imaginary guitarr.
En este río de cemento vertical y horizontales figuras
la guitarra sólo existe para los ojos.
En la mente, "Watermelon in Easter Bay" de Frank Zappa da las pulsaciones
clasifica los archivos desordenados una y otra vez
como un mecánico pero sonriente bibliotecario.
https://youtu.be/XiyW0cwvWc0
sábado, 12 de febrero de 2011
Luna
Quisiera que todo el humo gris fuera de noche
una noche blanca y húmeda como tus pies al despertar del sexo.
Corren niños desnudos sudorosos borrachos y contentos en la noche,
se deshacen como párpados sin ojos,
hundiéndose en la clorofila estéril de esas plantas
que no regaste.
Son las seis y el reloj se queja por tus dudas.
La estampa que no elegiste.
Un millón de años en la espalda de la humedad sin noche sin colchón.
A una niña se le va cayendo poco a poco la cinta del pelo rubio y ondulado,
poco a poco hasta que se le cae del todo y queda tirada, fría en la avenida Tibidabo,
se ensucia de polvo (que no quitará ninguna sudamericana solitaria y bien educada).
Los niños siguen correteando por las calles y llegan hasta la playa.
No les deja pasar el mar, pero se quedan mirando
el infinito inalcanzable
La huída.
Dos reposan, abrazados.
La niña se abraza las rodillas debajo del vestido,
cierra
los párpados
guardando sus ojos,
como la luna, nunca se pierden,
aunque tuerza la cabeza, siempre mira de reojo,
indecisa pero presente.
La brisa lo envuelve todo.
una noche blanca y húmeda como tus pies al despertar del sexo.
Corren niños desnudos sudorosos borrachos y contentos en la noche,
se deshacen como párpados sin ojos,
hundiéndose en la clorofila estéril de esas plantas
que no regaste.
Son las seis y el reloj se queja por tus dudas.
La estampa que no elegiste.
Un millón de años en la espalda de la humedad sin noche sin colchón.
A una niña se le va cayendo poco a poco la cinta del pelo rubio y ondulado,
poco a poco hasta que se le cae del todo y queda tirada, fría en la avenida Tibidabo,
se ensucia de polvo (que no quitará ninguna sudamericana solitaria y bien educada).
Los niños siguen correteando por las calles y llegan hasta la playa.
No les deja pasar el mar, pero se quedan mirando
el infinito inalcanzable
La huída.
Dos reposan, abrazados.
La niña se abraza las rodillas debajo del vestido,
cierra
los párpados
guardando sus ojos,
como la luna, nunca se pierden,
aunque tuerza la cabeza, siempre mira de reojo,
indecisa pero presente.
La brisa lo envuelve todo.
sábado, 4 de diciembre de 2010
Círculos
En lo alto. Siempre en lo alto.
Y permanece vacía la caja. Cajas de aire sobrevolando l
a tierra.
Buscar lo lleno en la dura superficie
No olvida las pasadas vacaciones en la naturaleza
El pasado en una caja agujereada
Por la calle pasaban conocidos, gente con paraguas, la chica
del súper
Su familia
cajas rotas al estrepitoso choque con la dura superficie.
Lentos y concéntricos pasos hacia el vacío
En el presente
viernes, 1 de octubre de 2010
Bugambilias
Así, sobrevuela las cloacas
como en un juego de la Play
el príncipe de Persia sorteando obstáculos
cloacas van, cloacas vienen
otra parada en la estación
vamos todos en el mismo tren
pero algunos callan,
demasiados
y balbucean impresos
el verbo máquina
yo no pido bugambilias
el parón roble
que no dispara
la máquina juega con el tiempo
pulsamos el botón pero nos dejan dentro
salir
pero nada de bugambilias
tristes, solitarias, pijas
Cloacas van, cloacas vienen
como en un juego de la Play
el príncipe de Persia sorteando obstáculos
cloacas van, cloacas vienen
otra parada en la estación
vamos todos en el mismo tren
pero algunos callan,
demasiados
y balbucean impresos
el verbo máquina
yo no pido bugambilias
el parón roble
que no dispara
la máquina juega con el tiempo
pulsamos el botón pero nos dejan dentro
salir
pero nada de bugambilias
tristes, solitarias, pijas
Cloacas van, cloacas vienen
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