jueves, 20 de agosto de 2009

Querella versus l'SGAE


Avui s'ha fet pública la querella entre l'SGAE i alguns col.lectius culturals independents de les localitats espanyoles de Fuente Obejuna i Zalamea. L'enfrontament va encapçalat amb el lema: "Todos contra la SGAE". Ambdues comunitats han apostat per la representació sense el consentiment ni el finançament de la Societat General d'Autors i Editors (SGAE). Per una banda, el dret a representar una obra d'un autor sense consentiment d'aquesta entitat oficial, que comença passats 70 anys de la mort de l'autor, i per l'altra, el fet que la representació no sigui fidel al text original, sinó lliure, han dut a ambdós sectors, alcaldies i SGAE, a la discussió. Legalment, els ajuntaments haurien de cedir a l'SGAE un tant per cent dels beneficis gua nyats amb les entrades, però les dues localitats es queixen del mateix. Fa ja temps que s'aixeca polèmica entorn a les mesures restrictives de l'SGAE, per posar un exemple, el tema del lloguer d'espais de concerts, poc assequibles econòmicament per als grups novells, cosa que condueix als més enriquits i refotudament clàssics a elevar-se al "top ten". Però potser la de les regions españoles de Fuente Obejuna i Zalamea no seria qüestió de defensa dels drets ciutadans, sinó una polèmica com qualsevol altra. Al cap i a la fi, la llei és la llei, i si toca pagar perquè s'està fent una lliure representació de l'obra de Lope, s'ha de pagar.

A continuació enganxo el link amb aquesta notícia redactada per dos diaris espanyols: La Razón (http://www.larazon.es/noticia/todos-a-una-contra-la-sgae), que incideix en el fet de la defensa dels drets culturals contra l'SGAE, i El País (http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/SGAE/todos/elpepirdv/20090815elpepirdv_8/Tes), que insinua la infracció legal de les dues localitats espanyoles.

sábado, 15 de agosto de 2009

Viaje


Es tan difícil aparecer como desaparecer. Ser. Te cojo por un hilo que se adelgaza a cada contacto. Desaparecer es muy difícil. Somos el polvo que levantamos a cada paso. Somos también lo que piensa cada persona de nosotros -sujetados por un leve hilo-. Somos en estas fracciones. En restos de hilo.

Quizás cuando viajamos nuestras partes, nuestras fracciones en las que somos atomizados, se hacen más distantes porque nos falta cada pensamiento ajeno, cada polvo levantado -que dejamos rapidamente atrás para seguir levantando más y más polvo-. Es difícil aparecer y desparecer (ambas acciones implicadas en el acto de ser) cuando estás lejos de tí.

Hay tantas cosas que, simplemente, no importan...


Cuando viajo me siento un poco como si estuviera a bordo de una nave espacial, en medio del espacio interestelar. No sé si la claridad con la que veo el cielo nocturno estrellado con su Via Láctea y sus cometas y -más cercanos a la Tierra- aviones influyen en esta sensación de ingravidez momentánea, o es quizás el vino blanco, rosado o el vodka, o quizás la barrera impermeable del idioma extranjero, pero vivo dentro de una especie de burbuja que puede explotar, deshacerse o simplemente desaparecer al cojer el avión de vuelta a casa.

Lo primero que cambia cuando llegas al nuevo destino es el mapa conceptual de tu ser (yo, id, movimiento gástrico, llámalo como quieras). La marea de primeras impresiones y sensaciones empieza a bajar con sólo tumbarte en la cama. Y qué. Qué hay de en este momento. Sólo unos pies cansados. El mapa conceptual de tu yo se reformula (o se formula por primera vez, todo depende de cuantas veces hayamos viajado o caído en la cuenta de nuestro propio yo) y podemos observar detalles: gente y edificios autóctonos, un reloj que te indica la hora en la que estás, un espejo que te devuelve la mirada, recuerdos que se ven prontamente sumergidos en una agua turbia. Todo esto está muy lejos y muy cerca a la vez, lejos de ti por desconocido, y cercano por proximidad física. A su vez, los recuerdos de personas queridas están lo suficientemente lejos como para hacerte sentir desorientado, incierto, perdido. Tu yo es ahora -si es que había sido algo alguna vez- el conjunto de estos elementos que no acaban de encajar, como en un collage o una obra cubista. Estos elementos irán cambiando a lo largo del viaje, a medida que vas conociendo e interiorizando la esencia que conforman todos juntitos. Tu esencia también llegará a ser en algun momento del viaje, pero será solamente una esencia en apariencia, una máscara. La burbuja desaparecerá tarde o temprano, o se integrará en el cosmos extrańo de la nueva galaxia.

Intentas mandar mensajes al más allá con el móvil pero no sirven de casi nada. Tampoco los mails. Te vas adentrando en la composición atomizada de tu ser. Te vas encontrando.

Piensas en Encuentros en la tercera fase, de Stanley Kubrick, cuando te encuentras unos trozos de metal dejados sospechosamente en un descampado. Piezas que no acaban de encajar. Como tu.